Desde el día que nos conocimos Isabel, Sergio y yo, la verdad, hubo muchísima química, ellos me transmitieron su gusto por la fotografía, Sergio había sido modelo de trajes de novio y a Isabel le tiene que venir de familia, ya que a su mamá le apasiona tanto la fotografía, como la pintura.
Cuando una pareja da máxima importancia a la fotografía de su boda y te trasmite el gusto por la tuya en particular, se crea una conjunción mágica en la que las fotos fluyen sabiendo que no hay limites para fotografiar.
Como detalle de su boda, quiero destacar la alegría y el cariño con el que me trataron durante todo el día y las ganas de pasarlo bien de toda la familia y amigos.
Nada mas, solo desearles a Isabel y Sergio lo mejor para el camino que han iniciado juntos y pedirles que no cambien nunca, que son dos personas muy bonitas.
Por cierto, nombrar la inestimable ayuda de Eva Pellejero por dejarnos siempre a las novias estupendas.
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