La conocí junto a su mamá en mi oficina y ya en esa primera visita me llevé una gran impresión de ellas.
También, durante todas sus visitas me explicaron y me hicieron partícipe de la ilusión que habían puesto en la boda y creí que me había hecho una idea de cómo iba a ser. Pero nada más lejos de la realidad, su boda superó con creces mis expectativas por ello la guardo en un lugar privilegiado en mi corazón.
A su papá y hermano no los conocí hasta el día de la boda y como no, son calcaditos a ella, educados, alegres, divertidos y humanos.
A Diego, el novio, lo conocí justo antes de entrar a la iglesia. Esto no fue un problema para conectar con el, ya que es una gran persona y eso que a él, eso de ponerse delante de una cámara, no es algo que le entusiasme demasiado.
La finca elegida para su boda fue una de las mas bonitas que hay en la provincia de Zaragoza y es, nada más y nada menos que el Palacio de los Duques de Villahermosa, situada en la localidad de Pedrola.
Sheila, adornó su belleza con un vestido con capa de Franc Sarabia, un vestido precioso lo mires por donde lo mires, con su espectacular capa que hacía al tiempo de cola del vestido.
Bueno, os dejo con una de las bodas más bonitas del 2018, espero que os guste y la disfrutéis tanto como yo.
FINCA: Palacio de los Duques de Villahermosa (Pedrola / Zaragoza)
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